martes, 26 de mayo de 2009

No quiero empezar como siempre empiezo cuando escribo, hace días que no escribo nada por estos lares y para volver a escribir lo mismo de siempre... como que no. Así que quizás sea un día para hablar del clima xD mañana lluviosa, luego ha levantado, ahora mismo corre una curiosa brisa que es bastante refrescante... no, se ve que esto solo lo hace bien el Mario Picazzo (o como se escriba). Mejor no lo intentamos no?

Ahora mismo estoy en una cafetería con wifi, estoy observando el comportamiento de las personas, a mi izquierda hay un par de tíos sentado a la barra tomando café mientras miran lascivamente a la camarera, es triste ver como nos podemos llegar a rebajar (si, todos lo hemos hecho alguna vez) al ver una mujer de buen ver, al fondo hay una mesa con dos hombres y una mujer que discuten sobre sus negocios, es mas que presumible que tengan una empresa, y que por la forma en la que hablan las cosas no vayan demasiado bien... Más a mi derecha están dos chicas (bastante guapas por cierto) comiendo, una de ellas es de las típicas personas que cuando hablan tienen mucha vehemencia y mueven mucho las manos, el problema de ello reside en cuando tienes cubiertos en las manos y se ve desde la perspectiva (probablemente ella no se haya dado cuenta) como salen volando incontables trozos de comida... esta dejando el suelo fino...
Es curioso, el modo en que a medida que la conversación se va tornado más interesante el modo en que los dos hombres de la barra han ido girándose hasta quedar frente a frente en sus asientos, sin embargo, los de la mesa de tres han hecho un efecto contrario, ya que a medida que la conversión ha avanzado uno de ellos ha ido tornando su postura apoyando cada vez más la espalda en la silla, como intentando separarse poco a poco de su "oponente", clara señal de lenguaje corporal que indica que no esta muy de acuerdo con los puntos de su discusión.

Por que me fijo tanto? Pues más que nada por aburrimiento, porque hoy no tengo nada decente que contaros, así que en lugar de aburriros con mis paranoias rayadas mentales, he preferido contaros algo, probablemente intrascendente, pero que a su vez demuestra la escasa importancia que tienen la gran mayoría de las cosas que nos suceden o que simplemente presenciamos. Quiero decir que nuestra vida es intrascendente? Probablemente, pero a día de hoy nadie puede probarlo, por muy mal que las cosas puedan discurrir y aunque pensemos que nada tiene sentido y que estemos casi convencidos de ello... quizás la cosa más insignificante origine algo que a priori no podemos ni imaginar.

Se que me he contra decido, pero es lo que tiene xDDD Un saludo a todos.

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